Erling Haaland es una bestia goleadora, de eso no hay duda, pero su promedio goleador ha bajado en el Manchester City y esto ha desatado críticas, se piensa que ya se le acabó el gol o que la Premier League le quedó grande, pero está muy lejos de la realidad.

Bajo el mando de Guardiola, el delantero noruego ha adaptado su manera de jugar, y como en cualquier proceso, la adaptación cuesta mucho trabajo. Pep es de los entrenadores que intenta adaptar a los jugadores siempre a su forma de jugar y les da nueva vida, el ejemplo claro es Philip Lahm, que de defensa pasó al medio campo.

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Repasemos las razones por las que Haaland no está en un bajón, es solo un proceso de adaptación que lo convertirán en un mejor y más completo jugador.

Goleador impresionante

Es un delantero que se ha visto en muy pocas ocasiones. Con el Borussia Dortmund explotó y metió 86 goles en 89 partidos, solo confirmó que es un verdadero animal dentro del área.

Con el Salzburg metió 29 goles en 27 partidos, con esos números era fácil dejarse llevar. En ese momento no era un experimentado jugador, pero en cuanto llegó a Alemania su adaptación fue inmediata.

Un promedio de gol por partido y obviamente todos pensábamos que la Bundesliga le quedaba chica. Los críticos no pensaban que pudiera hacerlo en una liga de mayor nivel y con defensas más fuertes.

Su estilo de juego se basa en su fortaleza física. En cuanto toma la pelota se convierte en una fuerza de la naturaleza. En espacio abierto es imposible de alcanzar, y si lo llegas a igualar en velocidad con su 1.95 y sus 87 kilos te saca del estadio.

Los defensas empezaron a jugarle con más espacio para esperarlo, pero eso también fue contraproducente, porque en espacio corto es más rápido, y se desmarca con facilidad. Su sentido de ubicación es extraordinario, pues sabe donde debe de estar para rematar, obviamente le facilita mucho el trabajo a sus asistidores que saben que donde le caiga la pelota, él va a estar.

Con el equipo alemán aprendió a jugar un poco más fuera del área y a recuperar un poco la pelota. Eso demostró que tenía sacrificio, pero de todos modos, por las necesidades del equipo, la idea era tenerlo siempre de frente a la portería.

Para un jugador así, jugar siempre en un equipo donde eres la punta de lanza del ataque, puede ser cansado, porque la solución es siempre cortar los circuitos del equipo y no le llegarán balones.

Con el Borussia, llegó un momento donde se frustraba, porque pasaba eso exactamente, lo más impresionante es que seguía anotando. Él hacía recorridos que a veces no debía de hacer y se demostraba en el desorden táctico que había en el equipo.

Premier y Guardiola

El Manchester City lo quería, y pagó al Dortmund una fuerte cantidad de dinero para llevárselo, con la promesa que ganaría trofeos, que al final es lo que él quiere. En algún momento dijo que no le importaba meter tantos goles si podía levantar trofeos, en especial la Champions League.

Es muy sabido que este torneo el capricho de la directiva cityzen, por eso mismo llevaron a Haaland al equipo, necesitaban a alguien que brillara cuando el momento estaba complicado.

Pero el juego de Guardiola no se centra en un solo jugador. Todos son parte de una unidad y a veces no es tan veloz como a lo que está acostumbrado Haaland. Por eso el técnico catalán habló con él antes de dar la luz verde para su contratación.

La comunión entre el técnico y jugador fue muy buena. Sabía que tenía que evolucionar, pues él ya no sería el centro de atención. Guardiola no le gustan los equipos con una sola arma, y vio en Haaland la oportunidad perfecta de afinar a un jugador que puede ser de los mejores de la historia.

Antecedentes hay

En su época en el Barcelona, Guardiola es el responsable principal de moldear a Messi en el jugador creativo que tenemos ahora. Lo sacó de la banda derecha en donde volaba y era imparable y lo puso como Falso 9.

La idea era simple, usar la explosión de argentino cuando se necesitara, pero su visión le iba a ayudar a generar futbol y jalar marcas. El juego ejemplo perfecto fue el 5-0 y el 6-2 al Real Madrid. Messi jugaba más libre, y no pegado en la banda derecha, eso era responsabilidad de otros jugadores.

Potencializó las habilidades de Messi y eso lo hace Pep bastante seguido. Les “inventa” posiciones nuevas a jugadores y esto le ofrece un menú más amplio al equipo que se vuelve rico en ofensiva y defensiva.

En el Bayern Múnich le cambió la posición a Philip Lahm. Lo sacó de la defensa lateral y lo convirtió en uno de los mejores contenciones del momento. Su cambio de posición fue algo sorprendente, porque terminó jugando ahí con la selección alemana.

Cambiarle la posición a los jugadores también les alarga la carrera, porque pueden jugar en otra zona del campo con menos desgaste. El objetivo es que usen su visión y buen pie para evitar un declive natural en sus condiciones futbolísticas.

Haaland vive lo mismo

Si observamos a Erling en los últimos juegos, no está como un 9 clavado, se asocia con otros sectores de la cancha y sabe darles el protagonismo a sus compañeros. No es casualidad que sus asistencias ya sean más que en sus primeras temporadas en Alemania.

Lo que se busca con el delantero, es que en algún momento pueda jugar por una banda o como un media punta. Su peligrosidad y físico lo hacen alguien ideal para esos puestos, eso le brindaría al City muchos más argumentos para pelear el título de la Champions League, que tanto se les escapa.

La adaptación le va a costar trabajo, pero su actualidad no quiere decir que está en declive, al contrario, solo demuestra que es un jugador de clase mundial que piensa en el éxito colectivo.