“Me dieron Copilot… ¿y ahora qué carajos hago con él?”
Eso me lo dijo alguien en primera fila, en una conferencia.
Tenía cara de “me lanzaron al ruedo con un cuchillo de mantequilla”.
Y la neta… no le falta razón.
Últimamente en TODAS las conferencias me dicen lo mismo:
“En la empresa ya nos activaron Copilot, pero nadie sabe cómo usarlo bien.”
Y ahí empieza el show.
Porque tener IA sin saber usarla es como que te den una Thermomix y sigas pidiendo comida por app.
Sí, tienes poder en las manos.
Pero si no sabes cómo usarlo, es puro adorno caro.
Por eso en abril voy a dar un taller exclusivo sobre Microsoft Copilot.
Y mientras llega, te dejo aquí lo esencial:
cómo aprovechar al máximo la IA Microsoft Copilot.
Para que no sigas usándolo como si fuera el Clippy con esteroides.
¿Pero qué demonios es Copilot?
Primero, quítate la idea de que es “una nueva app”.
Copilot no es una aplicación. Es un asistente de inteligencia artificial que vive dentro de las herramientas que ya usas: Word, Excel, PowerPoint, Outlook, Teams y OneNote.
Y está ahí para ayudarte.
¿A hacer qué?
A escribir, planear, resumir, automatizar, presentar, analizar y mucho más.
Pero, spoiler alert: no lo hace solo.
Necesita que le hables bien. Que le des contexto. Que lo entrenes.
Y sí, puedes tenerlo abierto todo el día. Pero si no lo sabes usar, es como poner a Messi de defensa central.
No lo estás aprovechando.
¿Tu Copilot se traba o responde lento? No es magia, es técnica.
Primero lo primero: si Copilot se arrastra más que lunes a las 7am, checa tu máquina.
En HP Tech Takes lo dicen claro:
si quieres rendimiento óptimo, asegúrate de que tu sistema tenga buena memoria, procesamiento libre y conexión estable.
¿Traducción?
-
Cierra programas que no usas.
-
Desactiva complementos inútiles en Word, Excel o PowerPoint.
-
Y conéctate a una red decente (no al WiFi del vecino).
Ah, y mantén todo actualizado: sistema operativo, Office, navegador, Copilot.
Todo.
Y si de plano necesitas power, actualiza a Windows 11 y usa una máquina con mínimo 16 GB de RAM.
Copilot lo agradece. Y tú también.
Si quieres todavía más velocidad y funciones, el plan Copilot Pro te da acceso preferente a GPT, según HP Tech Takes.
¿Cómo se le habla a IA Microsoft Copilot para que no te conteste como chatbot flojo?
Aquí está el secreto: lo que le pides, es lo que te da.
Mal prompt:
“Hazme una presentación”.
Bien prompt:
“Crea una presentación de 10 diapositivas en PowerPoint, con gráficos, que explique el impacto del marketing en TikTok durante el primer trimestre de 2024, usando datos reales y diseño corporativo.”
¿Notas la diferencia?
Más contexto = mejor respuesta.
En Datacom recomiendan:
divide tareas complejas en pedazos. No quieras que Copilot resuelva el universo con un solo prompt.
Además, refina lo que te dé.
Puedes decirle:
-
“Hazlo más corto.”
-
“Agrégale un gráfico.”
-
“Resume en 5 bullets.”
-
“Cámbialo al tono formal.”
Es como regañar a un asistente junior, pero con más paciencia.
¿Y si quiero verme como genio sin serlo?
Apréndete los atajos.
En SparkNav comparten varios que te hacen sentir hacker:
-
Ctrl + Shift + C → Llama a Copilot donde estés.
-
Alt + D → Crea gráficos en Excel.
-
Ctrl + Alt + M → Marca correos para seguimiento.
-
Ctrl + Alt + N → Abre nota rápida en OneNote u Outlook.
Usa esos atajos y parecerá que llevas 10 años con Copilot.
Y si te preguntan cómo lo haces, sonríe con misterio.
¿Cómo me puede ayudar en lo que hago todos los días?
Aquí viene lo bueno.
La IA Microsoft Copilot es como un asistente que no duerme, no se queja y no pide aumento.
-
En Word: le das puntos clave y te genera el borrador. O te resume informes largos.
-
En Excel: analiza datos, predice tendencias, corrige errores. Según Redress Compliance, puede ahorrarte horas si lo usas bien.
-
En PowerPoint: le pasas un documento y te hace la presentación. Con diseño decente, no como las que hacía tu primo en 2003.
-
En Outlook: prioriza correos, redacta respuestas, resume cadenas eternas.
-
En Teams: hace resúmenes de reuniones. Te dice quién dijo qué. ¡Y hasta te da los pendientes!
En Microsoft Learn y Pluralsight lo confirman: Copilot ya es parte del flujo real de trabajo de empresas grandes.
Y no lo usan “para ver qué pasa”. Lo usan para producir.
¿Qué pasa si lo usas con más estrategia?
Entonces ya estás jugando en otro nivel.
En Quest advierten algo importante: Copilot accede a la información que tú puedes ver. Si tú ves cosas confidenciales, Copilot también.
Ojo con eso.
Revisa permisos en OneDrive y SharePoint.
Y activa etiquetas de sensibilidad. No sea que IA Microsoft Copilot exponga información que no debería.
Además, implementa autenticación multifactor.
No quieres que la IA esté ayudando a quien no debe.
¿Y si quiero tener un Copilot con personalidad propia?
Se puede.
En Copilot Studio, Microsoft te deja crear tus propios Copilots personalizados.
Puedes decirle:
“Actúa como experta en atención a clientes.”
“Habla con tono motivador.”
“Responde como analista financiero.”
Eso cambia todo.
También puedes dejar que Copilot aprenda de ti.
Activa el aprendizaje personalizado.
Así entiende tu estilo, tus preferencias y mejora con el tiempo.
Es como tener un clon que piensa como tú, pero con mejor ortografía.
¿Entonces vale la pena IA Microsoft Copilot?
Sí. Pero solo si sabes usarlo.
Copilot no te va a quitar el trabajo.
Te lo va a hacer más fácil.
Pero si solo lo prendes para presumir que tienes “IA en el correo”, es como tener una bici estática de adorno.
¿La clave? Aprender. Practicar. Probar.
No hay atajos.
¿Quieres más hacks como este?
Yo mando un mail diario a las 3:30 PM.
En dos minutos te enteras de qué hay que saber hoy: productividad, inteligencia artificial, tecnología y cómo usar todo eso para ganar tiempo, dinero o sanidad mental.
Y sí, casi siempre te trato de vender algo.
Nos leemos ahí.