“Si es gratis, tú eres el producto.”
Lo he dicho en cursos. Lo he soltado en entrevistas de radio y televisión.
Y aquí estamos: los anuncios en WhatsApp confirman lo que muchos preferían ignorar.
Nadie regala stickers y videollamadas de por vida sin querer algo a cambio.
Mark Zuckerberg lo sabe. Meta lo sabe. Y ahora tú, que creías que WhatsApp era un santuario libre de banners, también lo sabes.
¿Sorprendido? Ni tú ni yo deberíamos estarlo.
WhatsApp es la red social más popular en México, Brasil, India y medio planeta.
Tarde o temprano, los anuncios en WhatsApp tenían que aparecer.
¿Dónde verás los anuncios en WhatsApp?
Respira.
No van a invadir tus chats privados con tu tía que manda piolines.
Por ahora.
Meta, la dueña de todo este circo, anunció que los anuncios en WhatsApp aparecerán solo en la pestaña “Actualizaciones” (o “Novedades”, depende de tu versión).
¿Te suenan los Estados? Esas historias que casi nadie ve, pero todos suben cuando están de viaje o se sienten poetitas de madrugada.
Ahí.
Ahí van a colar comerciales.
Y también en los Canales.
Un directorio para seguir cuentas oficiales: medios, influencers, marcas… y pronto, promociones pagadas para que veas más de lo que ni sabías que existía.
En palabras de Alice Newton-Rex, vicepresidenta de producto de WhatsApp (sí, existe ese puesto):
“Será un despliegue global, lento, pero seguro.”
Y claro, The New York Times, CNBC y BBC ya lo confirmaron: la expansión es para todos. Solo cuestión de tiempo.

¿Qué pasa con tu privacidad con los anuncios en WhatsApp?
Buena pregunta.
Meta insiste: tus mensajes, llamadas y grupos seguirán cifrados de extremo a extremo.
¿Los anuncios se basan en lo que chismeas?
No (dicen ellos).
Se basarán en datos “básicos” como tu país, idioma, edad (si la detectan), canales que sigues y qué anuncios miras o ignoras.
¿Conectaste WhatsApp con Facebook o Instagram?
Felicidades: ahora sí pueden hilar más fino para mostrarte anuncios bien personalizados.
Y en Europa, si no quieres esto, puedes pagar para que te muestren publicidad genérica.
Negocio redondo: pagas por privacidad. O pagas con atención.
El portal Fast Company y NOYB advierten: cuidado con dar clic en todo. A largo plazo, cualquier integración entre plataformas significa más datos flotando y menos control tuyo.
Pero mientras tanto, tu chat con tu prima para organizar la carnita asada sigue blindado.
Tranquilidad a medias.
¿Por qué ahora? ¿Por qué aquí?
Porque WhatsApp ya se tardaba.
Meta compró WhatsApp en 2014 por $19 mil millones.
Jan Koum y Brian Acton, sus creadores, prometieron:
“¡Sin anuncios! ¡Sin juegos! ¡Sin trucos!”
Se fueron de la empresa hace rato.
Y con ellos, la promesa.
Ahora, con más de 3 mil millones de usuarios activos, Meta tiene la gallina de los huevos de oro en la mano. Y en América Latina, la gallina es gorda:
en México, el 94% usa WhatsApp.
Más del 75% de las empresas lo usan para atender clientes, según Merca2.0.
Era lógico: monetizar algo tan masivo.
Y ya de paso, competir con Telegram, Signal, iMessage…
Que nadie se crea muy seguro.
La meta (ja) es que sigas ahí, con anuncios, stickers y emojis gratis.
¿Qué podemos esperar de los anuncios en WhatsApp?
Ahora mismo, la idea es sencilla:
Mostrar anuncios entre Estados, sugerir Canales patrocinados y permitir suscripciones pagas a Canales Premium.
¿Quieres contenido exclusivo de tu marca favorita? Paga una mensualidad. Meta se queda con un 10% de comisión.
Así de claro.
¿Te molesta? No uses Estados. No sigas Canales raros.
O cámbiate de app.
Spoiler: regresarás.
Porque nadie quiere volver a enviar SMS que cuestan por carácter.
Ni aprender Morse.
Entonces… ¿qué hago con todo esto?
No entres en pánico.
Pero tampoco vivas en la luna.
Sigue usando WhatsApp como siempre, pero ten claro que ya no es solo para mandar memes.
Tu atención ahora es parte del trato.
Y eso vale oro para Meta.
¿Quieres menos anuncios? Desactiva vínculos con Facebook e Instagram. Revisa bien tus ajustes de privacidad. Lee dos veces antes de dar clic en “Aceptar”.
O no hagas nada.
Los anuncios vendrán igual.
Los anuncios en WhatsApp no cambiarán la forma en que escribes “Ya voy en camino” cuando ni te has bañado.
Pero sí harán que esa pestaña de Estados se parezca cada vez más a Instagram.
Mismo Mark, mismo plan.
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Cada día, a las 3:30pm, envío un mail que puedes leer en 2 minutos:
hablo de temas como los anuncios en WhatsApp, inteligencia artificial, productividad y lo que sea que pase mientras lavo los trastes.
Que no te lo cuenten en un Estado lleno de anuncios.



