Todos los expertos en tecnología, compañías, proveedores, e incluso usuarios, están cada vez más convencidos de que el 5G revolucionará las redes de telecomunicaciones tal y como las conocemos hoy en día. Ni si quiera la llegada del 4G supuso tal revuelo en la industria, y cuando el río suena es que agua lleva. Los países del todo el mundo se desvelan por saber cuándo llegará la mejora a sus casas, a sus celulares, a sus dispositivos electrónicos, y sobre todo, cuándo será la red capaz de mantenerse estable y con el rendimiento adecuado.
Algunos entendidos en la materia comparan la irrupción de esta tecnología con la que logró el ordenador de sobremesa y destacan los efectos que tendrán sobre los smartphones. Estos celulares han ido cambiando nuestro día a día de forma progresiva, pero al implementar una nueva generación de redes en su sistema las modificaciones pueden ser brutales. Para que nos hagamos una idea, la tecnología 5G ya es considerada 10 veces más veloz que la 4G y si su entrada al mercado es favorable podría llegar a ser 200 veces superior.
Quizá las descargas de archivos muy pesados en escasos segundos, la visualización de contenidos televisivos a través de realidad virtual o la automatización de los procesos laborales no esté tan lejos como pensamos. Además, los beneficios para las empresas pueden alcanzar los más 220 millones de euros de aquí a cinco años, según estimaciones de la Comisión Europea. Sin embargo, no a todas las regiones del mundo llegará al mismo tiempo. Hay países que van a empezar a disfrutar el 5G a partir del próximo año, mientras que otros tendrán que esperar casi un lustro.
México es uno de esos lugares en los que se establecieron unos plazos cortos para su instalación y las últimas informaciones dadas por los principales operadores ya hablan de que la red no estará estabilizada hasta 2024. Varios conflictos influyen en esta problemática.
¿Por qué llegará más tarde que en otros países?
Joaquín Saldaña, responsable de la marca Huawei en Sudamérica, afirmaba en declaraciones a la agencia EFE que en México está libre la banda para poder instalar cuando se requiera el 5G. Lo que ocurre es que había que esperar a la fijación de plazos y estos cada vez se han ido aumentando más y más. En el resto de los países de Latinoamérica ha ocurrido algo similar y eso que la intención era bien distinta. Por norma general, el desarrollo de tecnologías ha ido siempre por detrás en este continente que en otros como Europa o Asia. Esta vez se esperaba que la situación fuera distinta y esto supusiera un salto cualitativo en la región. Pero parece complicado que finalmente se produzca.
Huawei tenía bien controlada esta tecnología, pero los retrasos se van a producir en parte por el veto de Estados Unidos a la marca, en concreto de Donald Trump. Ya en la era de Obama se pusieron las primeras piedras para combatir el ciberespionaje chino que según ellos sufría el país. Trump solo se ha limitado a hacer realidad las amenazas y declarar a la empresa como un peligro para la seguridad nacional. La inclusión en la lista negra no tardó en llegar y las relaciones de Huawei con multinacionales estadounidenses como Google se truncaron.
En todo este conflicto se encuentran las pretensiones del presidente de Estados Unidos de quedarse con parte de todo lo que puede generar el 5G, algo en lo que Huawei no estaba dispuesto a ceder. De hecho, sacó nuevos celulares al mercado que no tienen ningún tipo de conexión con los servicios de Google ni el sistema Android. Parece complicado que sus usuarios acepten estas condiciones, pero el plan b de los asiáticos de crear su propio sistema operativo parece que va en serio.
Desde las compañías mexicanas se cree que esto no son más que estrategias y que ambos están condenados a entenderse. La retirada del veto es un primer paso hacia la paz, pero no el final de la guerra. Huawei estima que todo el conflicto va a costarle 10.000 millones de dólares en pérdidas, mientras que países como México y el resto de Latinoamérica siguen a la espera de las consecuencias que pueda tener para ellos.
Los sectores que más se beneficiarán
Lo que es indudable es que, una vez resuelto el conflicto, todo cambiará a nuestro alrededor. Hay industrias en México que se van a ver muy afectadas y beneficiadas al mismo tiempo. Algunas acusarán el aumento de la velocidad en la red en beneficio de sus servicios, mientras que otras podrán crear nuevos sistemas para agilizar sus procesos creativos.
Casinos online.
Una de las más significativas serán las herramientas de entretenimiento de realidad virtual en vivo, es decir, todo lo relativo a los juegos online. Hoy se pueden ejecutar partidas multijugador en casi cualquier videojuego, disfrutar de juegos de azar en casinos online hasta con crupieres en vivo y en directo, o navegar por páginas especializadas en minijuegos, todo ello tanto en computadora como en plataforma móvil.
Las salas de juego en territorio nacional crecen exponencialmente cada año y se aprovechan del sistema 4G para llegar con más inmediatez y rapidez a los dispositivos de los clientes. Con el 5G serán capaces de ofrecer sus productos en cualquier lugar, también desde los lugares en los que tradicionalmente no hay buena conexión, como el metro sin ir más lejos. Además, la calidad de los juegos también mejorará por lo que la experiencia será aun más real para los usuarios.
Medios de transporte.
Los medios de transporte van a ser otra de las ramas destacadas en las que el 5G puede repercutir con notoriedad. Con la red actual ya se han podido hacer avances que han convertido a los medios convencionales en medios de transporte inteligentes. El cobro electrónico de peajes o las sanciones automáticas a vehículos tanto en carretera como en vía urbana ya son una realidad.
Pero todavía quedan muchos pasos por recorrer y el más destacado sería la instalación de un tipo emergente de redes que permitiría el intercambio de información entre vehículos. Así, podría actualizarse la situación del tráfico o el estado de una posible sanción en cuestión de segundos. Aun hay que indagar en este sector para conseguir el efecto deseado.
Mundo laboral.
Según un estudio del Foro Económico Mundial, nuevas tecnologías como el 5G acabarán con 7 millones de puestos de trabajo antes del 2020, mientras que se podrán crear hasta 2 millones en el ámbito de la informática y la ingeniería. Las transformaciones en el mundo laboral se van a producir, sin más remedio, y eso va a afectar a las personas. De hecho, ya hemos visto robots capaces de presentar un noticiario con total aspecto de humano y máquinas que son capaces de trabajar en fábricas a un ritmo superior al habitual.
Aunque lejos de esta teoría algo más conspirativa, tenemos educación o sanidad que pueden crecer mucho con este desarrollo. Las escuelas contarán con más apoyo en calidad de recursos de formación para los alumnos y se podrán ayudar de herramientas electrónicas más potentes. Lo mismo para los hospitales, con la posibilidad de manipular objetos y pacientes a distancia. Por extraño que parezca no estamos tan lejos de alcanzar esta nueva era.