El otro día alguien me preguntó: “¿Ya viste lo de Olinia? Autos eléctricos por menos de 150 mil pesos”.
Me quedé pensando. 150 mil pesos es lo que cuesta un coche usado, algo decente para mover a la familia.
¿Pero un auto eléctrico, nuevo, hecho en México?
Suena genial. Tal vez demasiado genial.
Vamos a desmenuzar este tema.
¿Qué es Olinia?
Olinia viene de “moverse” en náhuatl. La idea es movernos hacia el futuro: tres modelos eléctricos, accesibles y diseñados para trayectos cortos.
Uno personal, diseñado para trayectos individuales o cortos; otro para el barrio, pensado en compartir o transportar a varias personas en comunidades; y uno más para entregas, con espacio para llevar paquetes o mercancías de forma eficiente.
El precio suena tentador: entre 90 y 150 mil pesos.
Este rango busca lograrse gracias al uso de tecnología accesible y una infraestructura de producción optimizada, según lo detallado en El Financiero.
Un golpe directo al mercado de autos eléctricos que tienen precios que arrancan desde los 350 mil pesos.
Todo suena increíble, ¿no? Pero aquí está la pregunta clave:
¿De verdad podremos producir coches eléctricos de calidad a ese precio?
¿Qué quieren resolver Olinia?
Olinia apunta a resolver problemas muy reales.
- Movilidad urbana: Según INEGI, 8 de cada 10 mexicanos hacen trayectos cortos y urbanos.
- Costo: El precio busca democratizar los autos eléctricos. Nada de pagar medio millón.
- Contaminación: Menos emisiones en ciudades ahogadas por el tráfico y el smog.
Hasta aquí, todo bien. Pero hay un problema: muchos mexicanos ni siquiera tienen luz en casa.
La Otra Cara de la Moneda: Pobreza Energética
Iluméxico lo pone claro: 1 millón de personas en México viven sin acceso a electricidad. Otros 17.9 millones usan leña o carbón para cocinar.
Eso no es pobreza, es supervivencia.
Además, México Evalúa señala que el 36.7% de los hogares están en pobreza energética. No es solo no tener luz; es no poder pagarla o usarla como debería ser.
Los Retos de Olinia
Olinia tiene buenas intenciones, pero enfrentará obstáculos enormes:
- Costos de producción: Hacer un auto eléctrico por menos de 150 mil pesos suena más a un milagro que a un plan.
- Infraestructura de carga: Los vehículos de Olinia pueden cargarse en cualquier enchufe convencional, eliminando la necesidad de instalar estaciones de carga especializadas. Sin embargo, el acceso a una red eléctrica confiable sigue siendo un desafío en muchas zonas.
- Competencia: Marcas como Tesla o BYD ya están aquí, con tecnología probada y precios cada vez más bajos.
Y mientras soñamos con autos eléctricos, hay comunidades donde ni una lámpara se puede encender.
¿Qué sería más urgente?
Antes de pensar en movernos al futuro, deberíamos atender lo básico: electrificar las comunidades que siguen en la oscuridad.
Esto no solo mejoró la calidad de vida en otros países, como en India, donde proyectos de electrificación rural transformaron comunidades enteras, sino que aquí en México podría tener un impacto social inmediato al permitir educación nocturna, refrigeración de alimentos y el uso de tecnología en zonas marginadas.
Según datos de Iluméxico, este tipo de iniciativas podría beneficiar directamente a más de un millón de personas.
- Electrificación rural: Llevar luz a quienes aún viven sin ella. Según El Universal, más de un millón de mexicanos lo necesitan.
- Energías renovables: Instalar paneles solares en comunidades marginadas, como ya lo hace el Fondo de Servicio Universal Eléctrico.
- Educación energética: Enseñar el uso eficiente de la energía para reducir costos en hogares vulnerables.
Estas soluciones impactarían de inmediato. No son tan vistosas como un coche eléctrico, pero son más necesarias.
¿Y Entonces?
Olinia no es un mal proyecto. Es ambicioso, innovador, y ojalá funcione.
Pero en un país donde millones aún viven en la oscuridad, ¿no sería mejor buscar un equilibrio?
Encender la luz en comunidades marginadas y, al mismo tiempo, construir el camino hacia una movilidad eléctrica accesible podría ser la solución que realmente transforme vidas.
Por ahora, queda cuestionarnos: ¿qué necesitamos más, coches eléctricos o energía para todos?
Si tienes una respuesta, deja un comentario. Hablemos en luisgyg.com/mail.