Spoiler: yo.
Me invitaron a abrir un programa de formación en ISDI para el equipo editorial de OEM.
Sí, la Organización Editorial Mexicana, el grupo de medios más grande de este país.
Voy a dar la primera clase.
Una sesión de dos horas.
Presencial.
Sobre cómo se está usando la inteligencia artificial para periodistas.
Y si tú trabajas en contenidos, marketing, comunicación o medios…
Esto te interesa.
Mucho.
Todo.
OEM no es un blog con memes.
Es una red de más de 40 periódicos, 24 estaciones de radio, 1 TV abierta y más de 11 millones de lectores diarios.
Ellos ya entendieron que la inteligencia artificial no es futuro.
Es presente.
Y se están moviendo.
Me llamaron para arrancar.
Para mostrarles qué está pasando en el mundo.
Y cómo pueden usar estas herramientas para contar mejores historias, no para volverse obsoletos.
Mucho más de lo que te imaginas.
En el Washington Post, por ejemplo, usan Heliograf para generar notas automatizadas sobre deportes, finanzas o resultados electorales.
Reuters, con su sistema News Tracer, analiza millones de tuits al día para detectar noticias reales antes de que exploten.
Y no es ciencia ficción.
Dreamwriter, una IA de Tencent, escribió más de 40,000 notas en solo tres meses.
¿Te imaginas eso en una redacción humana?
Lo que antes tomaba días, hoy toma segundos.
La IA también está ahí.
Herramientas como Pinpoint de Google permiten buscar entre miles de documentos, transcribir audios largos y encontrar conexiones que el ojo humano no ve.
En IBM explican cómo la inteligencia artificial ya ayuda a procesar datos a escala para investigaciones profundas.
No reemplaza al periodista.
Pero sí le da superpoderes.
No siempre.
Pero escucha, ve, desliza.
Por eso, medios como Le Monde usan IA para traducir contenido automáticamente y llegar a audiencias globales.
Otros como NewsGPT personalizan artículos para cada lector, según su comportamiento.
El contenido deja de ser un bloque de texto.
Se convierte en una experiencia.
Las plataformas también están integrando sistemas que adaptan la página principal según lo que tú sueles leer.
¿Quieres que te lean más?
Personaliza. O desapareces.
Bienvenidas las herramientas de verificación.
Según Response Source, herramientas de IA como Rolli Information Tracer permiten hacer fact-checking en segundos, frenando noticias falsas antes de que exploten en redes.
En IJNet se menciona cómo los algoritmos ya están siendo entrenados para detectar sesgos y mejorar la representación justa en coberturas.
El problema ya no es la mentira.
Es que la mentira viaja más rápido que tú.
También cambió.
Herramientas como Otter.ai transcriben entrevistas mientras tú sigues hablando.
Grammarly mejora tu redacción mientras escribes.
Y plataformas como Klara Indernach (sí, así se llama) ordenan tus ideas y sugieren estructuras.
Lo dicen desde Visualping: la IA ya optimiza el flujo de trabajo periodístico, no solo la parte visible del contenido.
No es solo para parecer moderno.
Es para que llegues a tiempo.
Y con calidad.
Sí. Y está funcionando.
En Twipe Mobile reportan que TIME ya usa inteligencia artificial para generar quizzes interactivos, basados en archivos históricos, que enganchan a nuevas generaciones.
También generan infografías, imágenes, videos, y hasta versiones automatizadas en audio de los artículos que ya existen.
El contenido no se multiplica solo.
Se adapta.
Y se expande.
Sí, y no.
Como menciona el Reina Sofía Journal, los riesgos están ahí:
Falta de transparencia.
Posibles sesgos en los algoritmos.
Sustitución (parcial o total) del trabajo humano.
Pero como dice el Reuters Institute: la IA necesita supervisión constante.
No se trata de soltar el volante.
Se trata de manejar mejor.
Porque si tú haces contenido y aún no sabes cómo aplicar esto…
te estás quedando atrás.
Doy talleres, sí.
Doy conferencias, también.
Pero más allá del evento, mi trabajo es mostrar cómo usar IA de forma estratégica, práctica y ética.
Yo ya la uso para mis columnas, mis cursos, mis libros, mis apps.
Esto no es teoría.
Es supervivencia.
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Dura dos minutos.
Sin paja. Sin humo.
Hablo de IA, productividad, comunicación.
Y sí, también vendo.
Pero si te gusta lo que lees aquí, te va a gustar lo que cuento allá.