Elon Musk lo hizo de nuevo. El 15 de septiembre de 2024, tras un intento de asesinato contra Donald Trump en su club de golf en West Palm Beach, Musk publicó en X (antes Twitter) un comentario que desató críticas masivas: “nadie está intentando asesinar a Biden o Kamala”, acompañado de un emoji de cara pensativa. La publicación fue vista por más de 30 millones de personas y luego eliminada, pero no sin antes generar un intenso debate en la red. Esta situación nos lleva a preguntarnos si Musk comprende la gravedad de sus palabras cuando se trata de temas tan delicados.

La ironía en las palabras de Musk no pasó desapercibida. Aunque intentó justificarlo más tarde como un chiste malinterpretado, las reacciones no se hicieron esperar. Tanto políticos como analistas han señalado que este tipo de comentarios son peligrosos en un contexto de polarización política extrema. El impacto de las palabras de Musk resuena más allá del “humor” en redes sociales, especialmente cuando hablamos de violencia política.

Críticas de ambos lados del espectro político. Importantes figuras republicanas, como Jonah Goldberg, calificaron el comentario como “indefendible”. Adam Kinzinger, excongresista de Illinois, expresó abiertamente su frustración en X: “¿Qué demonios está mal contigo?”. La indignación no se limitó a un solo grupo político, mostrando cómo Elon Musk ha logrado unificar el descontento entre sectores normalmente opuestos.

La Casa Blanca también respondió rápidamente. En un comunicado oficial del 16 de septiembre de 2024, Andrew Bate, portavoz de la Casa Blanca, afirmó: “No hay lugar para la violencia política en nuestro país. Este tipo de retórica es irresponsable y no debería ser tomada a la ligera”. La respuesta fue contundente, destacando el riesgo que supone que figuras públicas minimicen temas tan graves como la violencia.

Elon Musk y la política: ¿juego o riesgo real?

Este no es el primer desliz de Elon Musk en redes sociales. Musk tiene un largo historial de comentarios que generan controversia. Desde sus declaraciones sobre criptomonedas hasta sus opiniones sobre la pandemia, su tendencia a lanzar afirmaciones provocativas ha causado fluctuaciones en mercados y tensiones políticas. El hecho de que Musk tenga más de 150 millones de seguidores en X amplifica cualquier comentario que haga, lo que lo convierte en una figura especialmente influyente pero también riesgosa.

Datos duros. Según un informe de Newsweek del 16 de septiembre de 2024, la publicación de Musk acumuló más de 151,000 ‘me gusta’ antes de ser eliminada, lo que demuestra el alcance y la capacidad de sus palabras para generar interacción. Incluso cuando trata de retractarse, sus seguidores ya han interiorizado el mensaje, amplificando su impacto en la sociedad.

La figura polarizadora de Musk

Elon Musk no teme generar polémica. Desde su adquisición de X en octubre de 2022, Musk ha utilizado la plataforma como un espacio para expresar opiniones controvertidas. Sus seguidores lo ven como un visionario, mientras que sus críticos consideran que actúa de manera irresponsable. Las consecuencias de sus publicaciones podrían tener un efecto duradero en su reputación y en la percepción pública de su liderazgo.

El peligro de normalizar el discurso violento. Aunque Musk aseguró en un segundo tweet que su comentario era solo un “chiste”, el hecho de que figuras tan influyentes hagan comentarios sobre violencia política sin medir las consecuencias es preocupante. Si bien Musk puede minimizar el impacto de sus palabras, la realidad es que sus mensajes llegan a millones de personas, muchas de las cuales pueden no interpretarlos como una broma.

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Tres polémicas de Elon Musk:

1. En 2018, Musk tuiteó que consideraba privatizar Tesla a un precio de 420 dólares por acción, lo que llevó a una demanda por manipulación del mercado.
2. En 2021, llamó “pedófilo” a un rescatista de la cueva de Tailandia, un comentario por el que enfrentó una demanda por difamación.
3. En 2023, sus declaraciones sobre la pandemia, minimizando los riesgos del COVID-19, fueron ampliamente criticadas, incluso por expertos en salud pública.