El 12 de agosto de 2024, Donald Trump y Elon Musk se reunieron en X (anteriormente conocida como Twitter) para discutir temas que, en teoría, debían atraer la atención de millones de personas. La charla tenía como objetivo que Trump conectara directamente con sus seguidores en un momento crucial previo a las elecciones presidenciales de 2024. La conversación, sin embargo, fue marcada por fallos técnicos que empañaron lo que se esperaba fuera un evento clave para ambos. La expectación por esta reunión era enorme, ya que significaba el regreso de Trump a la plataforma después de su baneo en 2021 por desinformación relacionada con el ataque al Capitolio del 6 de enero.

Las expectativas no se cumplieron cuando, a pesar de la gran anticipación, el evento no comenzó según lo planeado. Más de 878,000 usuarios intentaron conectarse a la reunión, pero muchos se encontraron con mensajes de error y retrasos que frustraron tanto a los seguidores de Trump como a los críticos de Musk. El periodista Jakub Porzycki de NurPhoto describió el evento como un “desastre técnico”, subrayando la incapacidad de X para manejar eventos de alta demanda, un problema que la plataforma ya había enfrentado en ocasiones anteriores.

El caos inicial recordó los problemas que X experimentó en mayo de 2023, cuando Musk sostuvo una conversación con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que se vio interrumpida por similares fallos técnicos. En ambos casos, la plataforma falló en ofrecer una experiencia fluida, lo que pone en duda su capacidad para servir como un medio fiable para eventos políticos de gran magnitud. Este tipo de errores subraya las limitaciones técnicas que aún enfrentan las plataformas digitales, incluso cuando están dirigidas por figuras tan influyentes como Elon Musk.

A pesar de los contratiempos técnicos, la conversación entre Trump y Musk continuó, abordando temas que incluyen la reciente tentativa de asesinato contra Trump, la inmigración ilegal y sus planes para desregular el gobierno. Musk, quien en 2022 describió a Trump como “demasiado viejo para ser presidente”, ahora no solo apoyaba su candidatura, sino que también insinuó la posibilidad de unirse a su administración para liderar un esfuerzo de eficiencia gubernamental. TIME reportó que la conversación, aunque amistosa, evitó discutir temas críticos como la desinformación, un problema creciente en X desde que Musk asumió el control.

Los Desafíos de X Bajo la Dirección de Musk

Desde que Musk asumió el control de X, la plataforma ha enfrentado numerosos problemas técnicos, y la charla con Trump fue un ejemplo más de estas dificultades. La sobrecarga del sistema y los errores en la transmisión generaron críticas y pusieron en evidencia las debilidades técnicas de X. Esto no solo afectó la experiencia de los usuarios, sino que también dejó en entredicho la capacidad de la plataforma para manejar eventos de alto perfil sin incidentes.

Trump aprovechó la conversación para reafirmar su agenda política, reiterando su compromiso con una masiva deportación y la reducción de regulaciones gubernamentales. Aunque no se presentaron nuevas propuestas, el énfasis en estos temas indica su estrategia para movilizar a su base electoral. Este enfoque, según TIME, podría estar dirigido a consolidar el apoyo de sus seguidores más leales, mientras intenta recuperar el impulso perdido durante su tiempo fuera de X.

La Reacción Internacional y el Futuro de X

La conversación atrajo también la atención de la comunidad internacional, especialmente en Europa. Thierry Breton, comisionado de la Unión Europea, envió una advertencia a Musk sobre la posibilidad de que el evento amplificara contenido dañino, subrayando las tensiones entre las plataformas globales y las regulaciones internacionales. Esto resalta cómo las decisiones tomadas en un país pueden tener implicaciones globales, especialmente en un mundo interconectado.

En resumen, la charla entre Trump y Musk en X no fue solo un evento mediático, sino un reflejo de las complejidades actuales en las redes sociales y la política. Los fallos técnicos y la ausencia de discusión sobre desinformación plantean preguntas sobre el futuro de X bajo la dirección de Musk. Mientras tanto, Trump sigue utilizando la plataforma para movilizar a sus seguidores, a pesar de los desafíos técnicos que persisten.

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Momentos clave en la relación de Twitter/X y Trump

• • Baneo en 2021: Trump fue expulsado de Twitter el 8 de enero de 2021, tras los eventos del 6 de enero, debido a preocupaciones sobre el riesgo de incitación a la violencia.
  • Reinstauración en 2022: Musk compró Twitter en noviembre de 2022 y restableció la cuenta de Trump, aunque el expresidente prefirió mantenerse en su propia plataforma, Truth Social.
  • Entrevista en 2024: El 12 de agosto de 2024, Trump regresó a X para una entrevista con Musk, en un evento marcado por problemas técnicos y una elevada expectación mediática.