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Cómo hacer mejores fotos dominando la velocidad de obturación de tu cámara.
Odio las cuestiones técnicas, pero debemos explicar primero lo esencial. Una cámara toma una fotografía exponiendo en el sensor o película (en caso que sea análoga) la luz que recibe del objetivo o del exterior. El obturador se encarga de convertirse en una barrera, que permite pasar o bloquea la luz. Cuando presionas el botón para “disparar la cámara”, se abre o se cierra el obturador, pero debes saber que mientras esté abierto, se estará grabando la imagen y cuando este cierra, tendrás lista tu fotografía. Entonces, la velocidad del obturación es importante. Porque define el tiempo que dejarás pasar la luz. Se mide en segundos, minutos o milisegundos. Comprender la velocidad es también importante para tomar un control creativo mientras creas una fotografía. Encontrarás que la velocidad se expresa en fracciones de segundo, por ejemplo: 1/500, 1/50, o 1/5. O bien 1″, 20″ cuando hablamos de segundos completos.
¿Cuál será la velocidad óptima de acuerdo a mi objetivo?
Existe una regla importante para determinar la velocidad mínima en la que puedes sostener la cámara, sin necesidad de tener un tripie. Es decir, cuando comenzamos a bajar de velocidad, las imágenes van a salir “movidas” o “borrosas”. Si bien ahora existen cámaras con estabilizador, aún sigue siendo muy difícil, a menos que tengas un pulso impresionante. Entonces esto es lo que debes saber: La velocidad mínima se determina por la distancia focal de tu lente. Es decir, si tienes un 100 mm (utilizando una cámara Full Frame), la velocidad mínima será 1/100. Todo debajo de esa velocidad va a requerir una mayor estabilización. Si tienes un 50 mm, tu velocidad mínima será 1/50, y si hablamos de cámaras con sensor recortado, busca el equivalente. Por ejemplo, los lentes 50 mm equivalen a 75 mm en la gran mayoría de cámaras de ese tipo.Sí aún te cuesta trabajo entender los tres ajustes importantes.
A veces para lograr altas velocidades de obturación quizá debemos elevar el ISO, o abrir más la apertura del lente. Y quizá, si eres principiante te pierdas de toda la acción pensando en ello. A pesar de que los “expertos” siempre te dirán que lo mejor es usar la cámara en modo manual. Creo que se vale utilizar la cámara en prioridad de velocidad. Este ajuste lo encontrarás como una S en la mayoría de las cámaras. De este modo, te concentrarás en buscar la mayor velocidad siempre para poder captar a tu sujeto en movimiento. La cámara se encargará de ajustar el resto.El enfoque también forma parte del juego
AF-S (Single Servo). Este modo se utiliza para retrato, por ejemplo. Pero vale para otro tipo de objetos estáticos o situaciones en las que todo está bajo control. AF-C (Continuous Servo). Este modo realiza una especie de seguimiento de enfoque mientras mantienes el disparador apretado a la mitad. Es el más apropiado para foto de deportes o cuando quieres capturar cualquier tipo de objeto o cosas en movimiento. AF-A (Automatic). En este modo la cámara decide por ti, de acuerdo a la situación que se presente. No es muy recomendable utilizarlo, pero si no te decides y la situación es muy rápida, sería bueno utilizarlo.
Ejemplos de creatividad jugando con el obturador.
Usar velocidades mayores a 1/500 lograrán que congeles al objeto que se mueve de forma veloz. Como es el caso que vemos en esta imagen. El corredor que va al frente está perfectamente “congelado” y nítido. En este caso en específico quizá si necesites una velocidad mayor a 1/500 pues se trata de un objeto que se mueve a altas velocidades, sin embargo, si fuera un humano corriendo, por ejemplo, estaría bien. En conclusión, si quieres congelar objetos o personas moviéndose a altas velocidades, utiliza la más alta velocidad posible.

